lunes, 22 de octubre de 2018

ABSOLUTISMO

ABSOLUTISMO
 
 
Conocemos como Absolutismo, a una forma de gobierno, que encontramos en Europa Occidental durante los siglos XVI, XVII y XVIII (especialmente en los últimos dos, aunque se puede decir que perduró hasta el siglo XX en algunos países, como por ejemplo en Rusia hasta 1917),   basada en la centralización del poder en el monarca. En los siglos XVI y XVII, surgió en Europa, el Estado Moderno. Ese tipo de Estado cuenta con: Una autoridad común a todo el territorio. Burocracia especializada (a cargo del trabajo administrativo). Ejército permanente (los guerreros ya no serían convocados por cada noble, en caso de necesidad, sino que trabajaban para el monarca a cambio de un sueldo, en forma permanente y especializada). Diplomacia desarrollada (el relacionamiento y negociación con otros países, en términos pacíficos). Reconocimiento internacional de la existencia de ese estado.
 
Características del Estado Absolutista.
 
“En el Estado Absolutista, el rey posee de hecho y de derecho, todos los atributos de la soberanía encarnando el ideal nacional por lo tanto:
1. Hace las leyes y administra la justicia, siendo entonces fuente de derecho.
2. Tiene un ejército permanente y mercenario, factor fundamental en la concreción de la centralización del poder debido a las continuas guerras que por diferentes motivos se desarrollarán así como en la delimitación de fronteras.
3. Establece impuestos sin el consentimiento de sus gobernadores e intenta crear un sistema económico unificado a través del cobro de impuestos y de la abolición de aduanas internas. Privilegio que hasta el momento se hallaba repartido con los señores feudales, quienes cobraban impuestos y peajes para sí.
4. Surgirá como consecuencia una burocracia estatal especializada que cumplirá las funciones administrativas y judiciales.
5. No se convocarán las Asambleas Representativas, éstas eran el órgano que según cada Estado, representaba “el pueblo” y dicha representación pertenecía a la nobleza, clero y burguesía, excluyéndose al campesinado.
6. Engrandece su reino por medio de la Diplomacia por lo que ésta pasará a tener mucha importancia junto con lo que será la política de alianzas matrimoniales, destinada a unificar reinos sin la conquista mediante la guerra.
7. Tiende a tener a la Iglesia supeditada a la autoridad del rey. La iglesia, de gran influencia y poder, respondía por entonces a la autoridad exclusiva del Papa, lo cual era un escollo en el camino hacia la centralización del poder ya que el Papa era visto como una autoridad extranjera, representantes de intereses que muchas veces se encontraban en oposición con los del monarca.
 
Factores que favorecen el desarrollo del Estado Absolutista:
 
1. Presencia de un fuerte sentimiento patriótico desarrollado por las continuas guerras contra el extranjero. 2. La necesidad de un poder fuerte que restablezca la paz frente a las rebeliones internas.
3. La influencia del Derecho Romano que difundió la idea de un príncipe absoluto con todos los poderes y que fuera fuente de ley.
 4. La oposición de intereses entre nobles y burgueses lo cual convierte al rey en árbitro de la situación. La burguesía daba al rey los recursos necesarios para llevar adelante las guerras logrando que el rey ennobleciera a quienes así colaboraban otorgándoles títulos nobiliarios; crea por esta vía una nobleza adepta a él, tal lo que sucedió en Francia con lo que se llamó Nobleza Togada.
 
Ejemplo de Monarca Absolutista, Luis XIV de Francia.
 
 
“Todo poder toda autoridad residen en la mano del Rey y no puede haber en el Reino otros (poderes) que los que él establece. Todo lo que se encuentra en la extensión de nuestros estados, de cualquier naturaleza  que sea, nos pertenece. La voluntad de Dios es que cualquiera que haya nacido súbdito obedezca  ciegamente. Por muy nefasto que pueda ser un príncipe, la rebelión de sus súbditos es siempre criminal. Pero este poder ilimitado sobre los súbditos debe servir para trabajar  más eficazmente pos su felicidad” memorias Luis XIV
 
 Aunque había heredado el trono siendo un niño, Luis XIV ejerció el gobierno directamente desde los 23 años, en 1661, hasta su muerte en 1715. Durante su largo reinado consolidó su poder, se impuso sobre los nobles y controló el ejército y la economía. En materia religiosa persiguió a los protestantes y afirmó el catolicismo.
       Durante su gobierno se terminó de construir el palacio de Versalles. Sede del gobierno y de la Corte, el palacio era símbolo de la concentración del poder político y del dominio sobre la nobleza.
       La Corte, además de nuclear a los nobles en torno al rey, cumplía también un rol político. Estaba integrada por los nobles más importantes de Francia, quienes vivían según un ceremonial reglamentado como un mecanismo de relojería: la etiqueta. En las fiestas, los juegos y las representaciones teatrales, los nobles cortesanos dilapidaban su fortuna. Luis XIV logró así domesticar a la nobleza, haciendo que ésta perdiera sus intereses políticos y militares y dócilmente aceptara cargos, pensiones o regalos.
 
Versalles era también sede del gobierno de Luis XIV. El monarca nombraba ministros y miembros de los Consejos que se encargaban de distintas actividades: guerra, finanzas, asuntos extranjeros y palacio. Para controlar y centralizar el territorio del Estado, el rey designaba directamente intendentes. Fue muy cuidadoso en el nombramiento de los funcionarios.
       En política exterior, a través de la diplomacia y de la guerra, Luis XIV pretendió imponer la hegemonía de Francia en Europa. El ejército estaba compuesto en su mayoría por mercenarios.
       Los gastos de la Corte, de la administración y del ejército eran financiados mediante el cobro de impuestos.



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